¿En qué consiste el pensamiento divergente y convergente?

Para los profesionales del ámbito publicitario es fundamental el pensamiento divergente ya que a través del pensamiento creativo les permite hallar alternativas a la resolución de problemas. En ese contexto, el pensamiento convergente también es particularmente importante de cara a evaluar y determinar las ideas que sean más efectivas para alcanzar los objetivos de una determinada campaña.

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¿Qué se entiende por pensamiento divergente y convergente?

Pensamiento divergente

El pensamiento divergente se centra en la búsqueda de nuevas soluciones creativas ante diferentes problemas, saliéndose de las ideas estándar o consideradas más normales. Este ocurre en el hemisferio derecho del cerebro y, para que se dé, primero se tienen que abandonar las ideas preconcebidas.

Mediante el pensamiento divergente es posible explorar las posibles soluciones para afrontar un problema o circunstancia abriendo así la puerta a una gran variedad de ideas originales y de forma ingeniosa a través de:

• Originalidad: que se refiere a la producción de ideas poco comunes.
• Elaboración: enfocada en el desarrollo y mejora de ideas existentes.
• Fluidez: se trata de la capacidad de generar variedad de ideas.
• Flexibilidad: hace referencia al poder procesar diferentes ideas con opciones de modificaciones o cambios.

Este tipo de pensamiento se practica de manera intensa en puestos en los que la creatividad es fundamental y en los que se exigen soluciones originales como en el diseño publicitario o en la ilustración digital.

Pensamiento convergente

El pensamiento convergente por lo general busca la solución a un problema de la forma más racional y lógica que sea posible. Este tipo de pensamiento es el más indicado para aquellas tareas que puedan integrar la lógica en lugar de creatividad, por ejemplo, la resolución de un problema en el que solo hay una posible solución.

• Lógica: se centra en buscar soluciones coherentes y racionales siguiendo las normas establecidas.
• Eficiencia: se enfoca en encontrar la respuesta más acertada en el menor tiempo posible.
• Conocimiento previo: se basa en el aprendizaje, conocimientos y experiencias adquiridas anteriormente.

En distintas situaciones, los seres humanos acudimos a ambos tipos de pensamientos, aunque nunca de forma simultánea, es decir, o convergemos o divergimos.

Ejemplos de pensamiento divergente y convergente

A continuación, te mostramos diferentes ejemplos según el punto de vista de cada pensamiento.

Ejemplo I

• Pensamiento convergente: si se cae un cuadro de la pared este pensamiento nos llevaría a buscar las herramientas para volver a colgarlo donde estaba.
• Pensamiento divergente: si se cae un cuadro de la pared este pensamiento nos llevaría a reubicar el cuadro en alguna otra zona, colgándolo en la pared o apoyándolo en algún lugar sin necesidad de usar herramientas.

Ejemplo II

• Pensamiento convergente: si se rompe la fotocopiadora en la oficina el pensamiento lógico nos lleva a llamar a un técnico especialista para que se encargue de solucionar el problema.
• Pensamiento divergente: si se rompe la fotocopiadora en la oficia el pensamiento divergente nos podría mandar un correo general a los empleados por si alguno supiera sobre este tema y pudiera ayudar a arreglarlo en el momento.

¿Cómo incrementar el pensamiento divergente?

Las siguientes son algunas de las formas con las que se puede mejorar el pensamiento divergente.

1. Analizar el proceso de pensamiento: si el pensamiento convergente es el que emerge de forma natural, se debe hacer un esfuerzo consciente para pensar de forma divergente.
2. Sesiones de brainstorming y mapas mentales: utilizar estrategias que inspiren a pensar de otra manera con una variedad de resultados de los que poder elegir.
3. Eliminar límites de tiempo: no trabajar con plazos y la presión que estos generan.
4. Ser curioso y correr riesgos: alejarse de procesos convencionales y más bien optar por opciones que sean más innovadoras.

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