
Entender qué es un stakeholder es una parte importante del aprendizaje en titulaciones como el MBA virtual y el EMBA de la Universidad Europea en Perú, en tanto que quien gestiona una empresa o lidera un proyecto necesita tener en cuenta a todas las personas o grupos que influyen en su evolución o se ven afectados por sus decisiones.
En el siguiente artículo vamos a explicar qué significa stakeholder, qué tipos existen y en qué se diferencian de los shareholders, además de cómo pueden identificarse y gestionarse en la práctica. Todo esto con ejemplos sencillos para entenderlo mejor.
Un stakeholder es cualquier persona, organización o grupo que tiene algún interés (económico, social, laboral o, incluso, ambiental) en una organización, proyecto o decisión corporativa.
Este vínculo se puede dar por una participación directa en las actividades de la empresa o también por el impacto que sus decisiones tengan sobre terceros o en el entorno, ya sea positivo o negativo.
Para comprender mejor quiénes son los stakeholders, se emplea una clasificación atendiendo a su relación con la empresa o al grado de influencia que ejercen sobre ella.
Según su relación con la empresa, la clasificación es la siguiente:
Son los que forman parte activa de la compañía y participan en su funcionamiento todos los días. Entre los ejemplos más comunes se encuentran:
Pese a que no forman parte de la organización, se pueden ver afectados por sus decisiones. Algunos ejemplos son:
También pueden incluirse ONG o grupos de presión, según el alcance del proyecto.
Según el grado de influencia:
Stakeholder | Shareholder |
---|---|
Persona o grupo con interés en las actividades de una empresa | Propietario de acciones de la empresa |
Puede ser interno o externo (empleados, clientes, proveedores, comunidad, etc.) | Generalmente externo, salvo que también trabaje en la empresa |
Busca que la empresa funcione bien a largo plazo | Busca rentabilidad financiera de su inversión |
Su interés no siempre es económico | Su interés es principalmente económico |
Su influencia puede ser directa o indirecta | Participa en decisiones clave mediante su voto en juntas |
No es suficiente con conocer quiénes son los stakeholders. En cualquier empresa o proyecto, también es necesario saber cómo identificarlos, clasificarlos y decidir qué relación mantener con cada uno de ellos. Esta tarea se conoce como gestión de stakeholders y forma parte del trabajo habitual en la dirección de empresas o proyectos.
Para este propósito, el primer paso es hacer una lista con todas las personas, grupos u organizaciones que tienen algún tipo de interés en la actividad de la empresa. En esta etapa no se filtra ni se prioriza porque el objetivo es detectar a todos los posibles stakeholders internos y externos.
Una vez se han identificado, se evalúa qué tipo de interés tienen, el cual puede ser económico, social, regulatorio. También debe verse qué capacidad tienen para influir en las decisiones o en los resultados del proyecto. Este es un análisis que suele hacerse con herramientas como el mapa de stakeholders o la matriz poder/interés, que ayuda a priorizar su gestión según su influencia y grado de implicación.
Debe haber claridad en que no todos los stakeholders requieren el mismo nivel de atención. Algunos de ellos necesitan información constante y participación directa, mientras que otros solo deben ser tenidos en cuenta de forma puntual. Aquí se decide qué tipo de seguimiento o comunicación es el más adecuado en cada caso.
Según el tipo de stakeholder y su relevancia para el proyecto, se debe definir cómo se va a mantener la relación. Esto puede incluir reuniones periódicas, encuestas de satisfacción, informes, sesiones informativas o canales abiertos de comunicación.
El entorno de una empresa se transforma constantemente. Debido a eso, es importante revisar la gestión de stakeholders de forma regular, con el fin de identificar nuevas necesidades o cambios en las relaciones.
Imagina una empresa tecnológica que está desarrollando una aplicación móvil nueva. Para este caso, los stakeholders serían:
Una gestión inadecuada podría traducirse en retrasos, sanciones o mala reputación. Por el contrario, una gestión eficaz favorece el éxito del proyecto.
No se trata solo de identificar quiénes son los que tienen intereses en la empresa, sino de entender su nivel de influencia y diseñar estrategias que sean efectivas para relacionarse con cada uno de los stakeholders. Si esta gestión es bien aplicada, mejora la toma de decisiones, fortalece la reputación corporativa y contribuye al éxito de cualquier proyecto o negocio.
Además de los posgrados mencionados al inicio de este artículo, la Universidad Europea en Perú también cuenta con la Carrera en Administración de Empresas o la Carrera en Business Analytics, que abordan el análisis y la gestión de stakeholders mediante un aprendizaje práctico, clave para liderar organizaciones adaptadas a su entorno.