
Las discusiones, los problemas y las tensiones dentro del salón de clases son situaciones que pueden deteriorar la convivencia escolar. Debido a esto, los docentes o pedagogos deben contar con herramientas adecuadas para afrontarlas y encontrar la mejor solución posible. Para esto, las maestrías en educación de la Universidad Europea en Perú pueden ser una opción interesante para explorar y así especializarse en la resolución de conflictos escolares.
Por una parte, está la Maestría en Pedagogía Activa, un posgrado con nuevos enfoques que ponen al estudiante en el centro de su propio proceso de aprendizaje, integrando avances de la neurociencia e implementando el Diseño Universal para el Aprendizaje. También está la Maestría en Innovación Educativa, que, a través de una variedad de herramientas disponibles y adaptadas, plantea una metodología innovadora con la que el aprendizaje se da a través de casos reales en proyectos de innovación educativa para las distintas etapas de aprendizaje. Además, la Maestría en Inteligencia Emocional brinda un aprendizaje que aplica la psicología positiva en el aula, favoreciendo la convivencia grupal y previniendo el fracaso escolar.
A continuación, te mostraremos una completa guía sobre cómo identificar, gestionar y resolver los conflictos en el aula de manera efectiva.
Un conflicto escolar hace referencia a una situación de desacuerdo, confrontación o disputa que ocurre dentro del contexto educativo. Se trata de una problemática que afecta a estudiantes, docentes, personal administrativo y, en algunas ocasiones, a los padres o tutores.
Estos conflictos pueden producirse por diferentes razones y manifestarse de distintas formas, causando un impacto significativo en el ambiente escolar y en las relaciones interpersonales al interior de la comunidad educativa.
Como ya lo hemos dicho, los conflictos en el salón de clases pueden presentarse de distintas maneras. Los siguientes son algunos ejemplos de los conflictos escolares más comunes:
Tipo de conflicto | Descripción |
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Conflictos de comunicación | Se refieren a desacuerdos que surgen por problemas en la transmisión o recepción de mensajes entre estudiantes, docentes o personal escolar. La falta de claridad, malinterpretaciones o problemas de escucha activa figuran entre ellos. Entre ellos podemos encontrar:
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Violencia escolar física y verbal | Se trata de comportamientos agresivos que pueden incluir peleas, amenazas, insultos, agresiones físicas intencionadas y cualquier acción destinada a causar daño físico o emocional a otras personas en el entorno escolar. |
Actitudes disruptivas | Este es un término que se refiere a los comportamientos que rompen con la armonía y el flujo normal de las actividades en el salón de clases, impidiendo el desarrollo adecuado de las dinámicas del aula y afectando negativamente el ambiente educativo. |
Conductas antisociales | Se refieren a acciones que van en contra de las normas y valores sociales del entorno escolar, y que causan daños a otras personas de la comunidad educativa. Entre algunas conductas de este tipo de conflicto escolar están el acoso (bullying), el ciberacoso, los robos, el vandalismo y el consumo de drogas o el porte de armas. |
Exclusión escolar | Se refiere a prácticas de marginación en las que uno o varios estudiantes son ignorados de manera deliberada, no se les permite participar en actividades escolares o se les discrimina por su raza, género, ideología, entre otros prejuicios y estereotipos. |
A continuación, te mostramos cómo se le puede hacer frente a cualquier situación de conflicto o problema que podamos encontrarnos en un centro escolar y los posibles procedimientos a seguir para mediarlo y resolverlo de manera eficaz.
Con el propósito de mejorar la convivencia y el bienestar, es importante tener en cuenta estas 5 fases:
Cuando surge un problema debemos saber reconocer e identificar sus causas, además de poder detectar si se asemeja a otro que haya ocurrido anteriormente, debido a que es muy importante no usar los mismos mecanismos de solución del pasado que no nos proporcionaron ningún resultado positivo.
Otro aspecto trascendental es la definición y el análisis del conflicto. Para esto, debemos estudiar de forma detallada en qué consiste el problema, buscar los hechos y las acciones más destacadas y luego hacer una descripción concisa y clara de todo.
Para lograr la resolución de un conflicto, lo más recomendable es generar el mayor número posible de alternativas al problema que lo origina. Una vez hecho esto, deberemos valorarlas todas desde un punto de vista crítico para, al final, escoger una de ellas, buscando que sea la más efectiva y basándonos principalmente en dos criterios:
Esta es la fase que tiene como objetivo aplicar las estrategias de resolución de conflictos que consideramos se adaptan mejor a la situación del aula. Para esto, se deben prever los pasos que se llevarán a cabo, así como los mecanismos de control que utilizaremos para valorar su eficacia.
Finalmente, tenemos que evaluar los resultados logrados a partir de la solución que hemos decidido desarrollar.
Si los resultados son favorables, podremos tenerlos en cuenta para otros conflictos que puedan surgir en un futuro. Si, por el contrario, no lo son, tendremos que retomar de nuevo el procedimiento a partir de la fase de búsqueda de soluciones.
Existe también una serie de estrategias de resolución de conflictos que tienen por finalidad fomentar la empatía, la reflexión y la cooperación entre los estudiantes. Son técnicas que están diseñadas para ser aplicadas en el aula y que serán de gran utilidad cuando tengas que afrontar situaciones determinadas.
El docente presentará una situación de conflicto, que puede ser real o imaginaria, con personajes que tienen características, sentimientos y opiniones determinadas. Se les pedirá a varios voluntarios que escojan un personaje para interpretar. Después de esto, algunos de ellos modificarán su rol para interpretar la situación, pero desde una perspectiva diferente. Los estudiantes que no participen de forma activa en la interpretación tendrán el papel de observadores, lo que les permitirá analizar quiénes mantuvieron su rol inicial y quiénes cambiaron, pudiendo llegar a conclusiones comunes.
El docente planteará una pregunta controversial entre los estudiantes, quienes deberán responder solo con un "sí" o un "no". Una vez elegidos los bandos, cada grupo expondrá las razones y argumentos de su elección. Luego de esto, se fomentará un debate entre ambos grupos para buscar puntos de encuentro y, a partir de ello, promover la flexibilidad en el razonamiento.
Esta es una variante del juego clásico, en la que se disponen sillas en círculo y a medida que la música se detiene, se va eliminando una silla en cada ronda, pero a diferencia del juego tradicional, el objetivo es que todos los participantes encuentren la forma de mantenerse sobre las sillas disponibles, haciendo uso de la cooperación entre ellos para poder conseguirlo.
Esta técnica les enseña a los estudiantes cómo calmarse y cómo gestionar el estrés en situaciones de conflicto. El docente guiará a los estudiantes para que tomen una inspiración profunda, como si estuvieran inflando un globo, elevando los brazos al hacerlo. Luego exhalarán de manera lenta mientras bajan los brazos. Este ejercicio se repetirá varias veces y, después de realizarlo, se discutirá su aplicación en situaciones de tensión.
Además de las estrategias mencionadas, un docente puede fomentar una gestión efectiva de los problemas en el aula a través de distintas acciones entre las que están:
Estas herramientas de mediación y resolución de conflictos escolares forman parte de los aprendizajes que ofrece la Universidad Europea en Perú, a través de sus posgrados en enseñanza, con el fin de mejorar la armonía y el bienestar de los ambientes escolares y de la sociedad en general, con herramientas tan valiosas como la educación emocional.